Socio de Global Practice México, a cargo de de las prácticas de Gobierno Corporativo, Profesionalización de Empresas Familiares, Estrategia, Gestión de Procesos, Control Interno y Auditoría Interna.
La brecha existente entre la formulación y la ejecución de la estrategia siempre ha sido un gran reto, hoy más que nunca requiere de nuestra debida atención como directores, emprendedores y dueños de empresas. Muchos sectores hoy se enfrentan a la alta incertidumbre, ambigüedad y complejidad, por lo que es vital que nuestro equipo de trabajo pueda contestar: ¿qué es lo más importante?, ¿cuáles son nuestras prioridades? y sobre todo que tengan la capacidad y agilidad para ejecutar la estrategia.
Las estadísticas en torno a este tema no son muy alentadoras. En una encuesta realizada por The Economist y el Project Management Institute en 2013, el 61% de los ejecutivos encuestados reconocían que sus organizaciones tienen un problema en la ejecución. Además, los encuestados mencionaron que en los últimos tres años, un promedio de sólo el 56% de las iniciativas estratégicas habían tenido éxito.
En otra encuesta practicada por Kaplan y Norton, reflejaban que el 95% de los empleados de las empresas desconocían o no entendían la estrategia de la empresa; así como que sus principales ejecutivos eran capaces de mencionar cuáles son las 5 prioridades estratégicas de la compañía.
Al ver estas cifras, me pregunto ¿Qué utilidad tiene contar con un plan estratégico si no somos capaces de ejecutar la mitad de lo que nos proponemos? ¿Es necesario establecer 20 objetivos, 40 proyectos, 30 KPI e inclusive, un bonito balanced scorecard ? ¿Realmente vale la pena todo ese esfuerzo y complejidad? Mi respuesta es NO. No tiene utilidad formular la mejor estrategia de negocio si no somos capaces de ejecutarla.
¿Cómo saber si mi organización tiene un problema de ejecución?
Tu personal no identifica cuáles son las prioridades de la empresa.
Seguramente tienes el mismo plan estratégico que hiciste hace 5 años o más, probablemente solo cambiaste las metas para actualizarlo.
Arrancas con mil iniciativas y proyectos pero con el paso del tiempo no conoces el estatus y no estas seguro si alguien le da seguimiento.
Durante las juntas de revisión de resultados se dedica el tiempo para ver los números, incluso comparas tus objetivos y KPI’s proyectados contra los resultados del periodo pero no se habla de la estrategia y sin reflexionar ¿Estamos cumpliendo nuestra visión?
Las conversiones se enfocan en el presente o en problemas actuales, en lugar del futuro.
Tu planeación anual consiste únicamente en hacer presupuestos y pedir a tus ejecutivos sus objetivos de venta, marketing, producción, entre otros.
Has realizado varios ejercicios de planeación, quizá cambiaste la metodología más de una vez y al consultor que te apoyó.
¿Cuáles son las causas?
A continuación, te presento una radiografía de algunas de las limitaciones por las cuáles la ejecución de la planeación estratégica fracasa. Para facilitar su entendimiento las he clasificado en dos grupos: el primero relacionado con el diseño, enfoque y comunicación de la planeación y el segundo grupo con la cultura, liderazgo y rendición de cuentas.
Diseño, enfoque y comunicación:
Falta de claridad en la estrategia y objetivos.
Falta de enfoque o demasiados objetivos.
No hay una planeación táctica y operativa para cada año.
No se cuenta con un presupuesto requerido para las inversiones por hacer.
Ver el proceso de planeación como estático y no hacer ajustes.
Cultura, liderazgo y rendición de cuentas:
No integrar al equipo correcto.
No hay responsabilidad ni rendición de cuentas.
Falta de liderazgo y compromiso de la cabeza y del equipo.
No darle importancia a la cultura y los hábitos de nuestro personal.
Dedicar mayor tiempo a resolver problemas de la operación y dejar de lado la estrategia.
Conclusión:
A lo largo de mi carrera he visto diversas empresas comprometerse en crear sus planes estratégicos pero erran al considerar que tener un plan estratégico con objetivos, metas e indicadores es el fin del camino y que su trabajo está terminado. Muchas personas en estas empresas tienden a relajarse y no establecen un sistema para implementar y dar seguimiento a lo planeado.
Tener un sistema que atienda cada uno de los puntos previamente mencionados será la clave pero debes de ser consciente que todas las empresas son diferentes y por consecuencia el sistema de ejecución será único, a la medida y que es mejorable. Recordemos que la estrategia es ejecutada por personas y nuestro enfoque debe estar en nuestro personal.
Si quieres conocer si tu organización tiene los elementos para ejecutar tu estrategia con éxito contesta el diagnóstico que viene en el link. De igual forma, si te ubicas en alguno de estos supuestos o deseas evitarlos, solicita nuestro resumen de herramientas y estrategias que puedes implementar en tu organización.
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